La hora del recreo - Varios autores

Nos encontramos ante un libro muy especial. Es, fundamentalmente, un libro de fotografías, ilustrado con dieciséis textos. Son, efectivamente, los textos los que ilustran el cuerpo principal del libro, y no al revés, como suele ser lo habitual. Fotografías inmensas, impactantes, cuyo tema central son los niños. Pero no los niños en general, esos deliciosos retoños que nos deleitan al verlos crecer con sus monerías, sus juegos y sus chiquilladas, proyecto de futuro y herederos de nuestra sociedad de bienestar. No. LEER MÁS

Son otros niños, un conjunto especial, que por desgracia es mayoritario en el mundo: más de doscientos millones de chavales que se ven obligados a trabajar para sobrevivir. Y a trabajar duro, como en las épocas pasadas ocurría también en Europa, antes que los gobernantes occidentales promovieran leyes desterrando y erradicando el trabajo infantil, imponiendo la educación para esos años en los que el niño está tierno y abierto en todos sus poros al aprendizaje. Recordemos, por poner un ejemplo que me viene a la mente, las imágenes del filme Qué verde era mi valle, de J. Ford, en las que la familia de mineros realiza un tremendo esfuerzo para que el benjamín se aleje de la mina y asista a la escuela, labrándose un futuro mejor. Y con qué ilusión abraza los libros y recorre a pie la larga distancia hasta la escuela. Con esa misma ilusión los niños fotografiados y entrevistados para el libro nos hablan de su vida, sus proyectos, sus sueños: y en todos lo que más desean es aprender, entrar por la escritura y la lectura en el mundo de la cultura, ese mundo inimaginable mientras trabajaban de sol a sol, ese mundo que les abre a la fantasía, por una parte y al progreso, por otra: al arte y a la ciencia.

Pero la visión de nuestros actuales infantes, infectados del síndrome de Peter Pan, renuentes al esfuerzo necesario para su educación y más proclives al uso y abuso del juego y al diversión, al entretenimiento en presente continuo y a cumplir el expediente académico como un mero trámite, no debe hacernos olvidar que aún existe esa mayoría silenciosa, esos otros niños, que no conocen más tipo de vida que la del trabajo agotador, miserable, obligados por la necesidad y por sus familias, a veces maltratados y empujados a la prostitución o a la droga, a un infierno que les convierte en adultos prematuramente y les destruye su infancia, sin haberles dado tiempo a siquiera crecer físicamente. Terrible es robar la infancia a un niño. La infancia es juego, ilusión, ingenuidad, risa. Y también es aprendizaje. Lo que no se aprende en la infancia y adolescencia ya no se aprende igual.

Pues bien: La hora del recreo es un libro que habla, o mejor, que muestra a esos otros niños: y nos los muestra con unas imágenes bellísimas, tiernas a la vez que dramáticas y terribles. Como una ventana abierta a ese mundo que no es el nuestro, que no es el de nuestros hijos, nos pone ante los ojos un lugar donde los niños forman parte de una naturaleza agresiva y de la miseria urbana: suciedad, oscuridad, tristeza y abandono. Sin embargo, esos niños son niños al fin, y de algún modo su niñez transpira por sus poros y al más mínimo resquicio salta: y los niños ríen, juegan, viven su infancia por breve que sea. Los niños elegidos para las fotografías sí van al colegio: y contraponemos las imágenes de su trabajo con las de su tiempo escolar. La felicidad de su mirada, las risas compartidas, la atención con que manejan el lápiz o escriben en la pizarra. Y a pesar de las carencias de espacio, material o lugares adecuados para el estudio, los niños superan esas dificultades con imaginación y alegría. La imagen de la niña arrodillada sobre la cama haciendo los deberes, a falta de mesa, la del trayecto hacia el colegio a través de la jungla, la de los juegos –el recreo- compartidos en el agua o en la floresta...

Más de catorce millones de niños de Latinoamérica trabajan en lugar de ir a la escuela. En el año 1998 Telefónica crea el programa ProNiño. Dentro de las actividades de esta organización, y en colaboración con otras muchas entidades, es donde se inscribe la edición de este libro, y su recaudación irá íntegramente a esta organización, cuyo principal objetivo es conceder becas a los niños que trabajan en la calle, para contribuir poco a poco a la erradicación del trabajo infantil y su sustitución por la educación de esos niños. Se han concedido hasta ahora 215.000 becas, ayudando a 4.000 centros escolares, con la colaboración de ciento ocho ONG.

Y para la gestación de este libro, -que ha durado nueve meses, como si de un embarazo se tratara- se ha elegido de modo aleatorio, a dieciséis niños de los que han recibido la beca y ahora pueden asistir al colegio, privilegio que colma una de sus principales aspiraciones y sueños. Se han seleccionado entre diez mil fotografías las finalmente elegidas, y se ha enviado a los escritores la grabación de una entrevista con cada uno de estos niños. Los autores, sin conocer más que esas voces y las imágenes seleccionadas, han elaborado sus textos, unos textos rebosantes de ternura, de poesía, de emoción. Todas esas voces nos llegan a través de ellos, entrañablemente. Y nos recuerdan que otros muchos han quedado fuera, que aún queda mucho trabajo por hacer, y que proyectos como este, en el que las multinacionales pueden hacer mucho bien destinando parte de su potencial económico y humano a contribuir a la mejora de una parte importantísima de la humanidad: los niños, el futuro.

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En la presentación del libro en la Feria de Valencia intervinieron Almudena Bermejo, representante de la Fundación Telefónica, Lola Escudero Pérez, en representación de LUNWERG Editores, los escritores Fernando Marías, Marta Rivera de la Cruz y Fernando Iwasaki; y el fotógrafo Carlos Spottorno. Previamente se realizó una comida de prensa, en colaboración con Anika Lillo, a la que asistimos representantes de distintos media, principalmente internautas, y donde los responsables del proyecto y editores nos explicaron los detalles de la elaboración del libro, anécdotas y curiosidades, ya reflejadas en diversos blogs.

Ariodante

Sitio del libro

Fotógrafos: Walter Astrada, Lurdes R. Basolí, Renzo Giraldo, Carlos Spottorno, Álvaro Ybarra Zavala.
Escritores: Héctor Abad, Lola Beccaria, Ángeles Caso, Alonso Cueto, Espido Freire, Fernando Iwasaki, Gustavo Martín Garzo, Luisgé Martín, Ricardo Menéndez Salmón, Vicente Molina Foix, Soledad Puértolas, Rosa Regàs, Javier Reverte, Marta Rivera de la Cruz, Santiago Roncagliolo, Care Santos.

Título: La hora del recreo | Autor: Varios autores | Editorial: Lunwerg | Páginas: 240 | Precio : 20€

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