Picnic en Hanging Rock - Joan Lindsay

La novela “Picnic en Hanging Rock” se inicia presentando un universo rígido y poco propicio al cambio: un selecto colegio para señoritas, en la Australia de principios del siglo pasado. La vida de las estudiantes, invadida por los rituales y las inamovibles costumbres de la estricta educación victoriana, se verá súbitamente alterada por el anuncio de un picnic campestre con motivo de la celebración del día de San Valentín. Lo que parecía un día de excursión en la imponente campiña australiana se convierte en tragedia al caer la tarde, cuando, al prepararse para la vuelta, el grupo advierte la desaparición de cuatro chicas y una profesora. (leer más)

Varios contrastes estructuran esta novela: el más obvio sea quizá la oposición entre el colegio Appleyard, lugar de castigos y normas inflexibles, donde se palpa la prohibición y los deseos reprimidos, y la promesa de libertad que encarna el exterior, la naturaleza violenta, salvaje e indomable. Tan sólo unos kilómetros separan la organizada vida del colegio para señoritas del enigmático paraje de Hanging Rock, una imponente y caótica formación rocosa.
Ahí es donde, lejos del severo código de conducta de la escuela, las chicas se permiten comportamientos algo más relajados: el calor incita a quitarse las medias y a dejarse llevar por una dulce somnolencia que altera la percepción de lo real. El tiempo también parece quedar suspendido, convirtiéndose en un concepto elástico y difuso, los relojes se detienen y ninguna sensación es del todo fiable...
Esta atmósfera onírica y algodonosa, opresiva pero teñida de una sutil sensualidad, es el marco perfecto a lo que sigue: la aparición de lo fantástico, lo inexplicable. Hanging Rock es el lugar de transición entre la realidad y una dimensión oculta y aterradora, una suerte de catalizador de los extraños acontecimientos que están por llegar. Se efectuarán varias batidas en busca de las chicas y su profesora, pero el paraje parece haberse tragado a las cuatro desaparecidas. Los interrogantes no serán resueltos, pero casi mejor así: la verdad seguirá oculta y el enigma, intacto.
El mérito de Joan Lindsay consiste en saber trazar, con evocadora precisión, los tortuosos caminos hacia lo desconocido. Siempre flota, en el aire de esta novela, la sospecha de que estamos al borde del precipicio, de la pesadilla, de un hecho inquietante sin explicación lógica.
Picnic en Hanging Rock” presenta los hechos como absolutamente verídicos. La elección, por parte de la autora, de mantener esta ambigüedad entre verdad y ficción, es completamente deliberada: se conserva así la imagen de Hanging Rock como lugar en el que sueño y realidad se cruzan y confunden (no deja de ser revelador que las desaparecidas se encaminen hacia la cima justo tras haber despertado de la siesta, alejándose soñolientas entre la maleza, como hechizadas por algún lejano canto de sirena). La naturaleza es aquí un personaje más: sus leyes oscuras e insondables se sobreponen a las normas, austeras e inútiles, del colegio privado al que pertenecen las estudiantes y, por extensión, a la ordenada civilización creada por el hombre, en la que sólo lo racional parece tener cabida.

Elisabeth Falomir

Ficha del Libro

Título: Picnic en Hanging Rock | Autor: Joan Lindsay | Editorial: Impedimenta | Traducción: Pilar Adón | Páginas 320 | Precio 21,95€ |

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