Minuto de Silencio - Siegfrid Lenz


La crítica alemana dice que Minuto de silencio le llega tarde a Siegfried Lenz (Alemania, 1926). No les parece consecuente empezar a escribir sobre el amor a los ochenta y dos años. Claro está que quien dice esto no tiene esa edad, ya que si la tuviera sabría por sí mismo que la experiencia del amor se acumula y que sólo se percibe en su plenitud cuando se le despoja de todo lo suplementario, entre ello, como no, de la juventud.

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Juventud es lo que le sobra a Christian, el alumno y pescador de piedras protagonista de la historia. Dieciocho inmaduros años en los cuales el futuro ni siquiera aparece, el amor es el gran desconocido y la vida fluye en tiempo presente viviendo y sintiendo la frescura de cada nuevo día. En medio de su vida irrumpe como un ola Stella, su joven profesora de inglés. Sólo un poco más adulta que él, pero con una vitalidad plena, libre, a la vez que consciente de sus límites; con la maravillosa cualidad de decir ‘no’ todas las veces que se necesite sin ruborizarse ni pedir perdón.

La relación perdura durante un verano inolvidable que supone la transición hacia la madurez de Christian, quien empieza torpemente a plantearse su futuro, como no junto a Stella. Esa relación ‘prohibida’ avanza a trompicones. Sin embargo, una tormenta, un accidente en el puerto acaba con su amante primero en el hospital y después de muerta e incinerada, esparcida en cenizas sobre el mar que les da y les quita la vida a todos los personajes.

Ese es el argumento, el cual puede parecer simple, pero vamos a matizar los recursos que utiliza un maestro literario como Lenz para explotarlo extrayendo lo máximo de él.

Perspectiva. La línea del tiempo comienza en el homenaje que el instituto le rinde a la profesora fallecida, donde el protagonista está presente y recuerda con detalle los primeros escorzos de su relación con Stella. Pasado y presente se funden en esa hora de recuerdo de ella, en la cual los demás lloran a una profesora simpática mientras Christian ha perdido lo más importante de su vida. A mitad de libro la ceremonia termina y ya casi sin sustento del presente rememora los momentos más plenos de su relación. Esa perspectiva primera y el vacío en el que nos deja la segunda mitad de acontecimientos actuales crea una gran desazón a medida que se acerca el trágico final que no por sabido resulta menos triste.

Personaje. Christian es poco más que un adolescente, sin embargo es el narrador en primera persona de todo lo sucedido. Lenz ha jugado con su forma de narrar. Queda claro desde la primera página que el escritor alemán le ha dotado de la visión y la capacidad de contar que él mismo tiene a su octogenaria edad. No nos resulta difícil mirar su foto e imaginárnoslo narrando cada escena mientras mueve la pipa encendida en su mano gesticulando a la vez. Eso es literatura, no exponer la realidad, sino crear una nueva realidad que llegue a nuestros sentidos. La repetición que hace de algunas frases es propia de personas muy mayores que la usan para enfatizar sus pensamientos o recuerdos, por ejemplo leemos “deseé que colocara su mano sobre mi hombro –su mano sobre mi hombro-, pero no lo hizo” (39).

Narración dual. Christian cuenta para nosotros, sus lectores, aquellos recuerdos que afluyen a su memoria, pero en ocasiones se dirige expresamente a su amada, abandona la voz impersonal y apela a ella, como en la página 30 “Aceptaste la taza sonriendo, que guapa estabas…” De esa forma nos introduce en su vida íntima, no solo publica lo que lo pasó sino que lo combina con el amor sentido.

Ambiente y tiempo. La ciudad de pescadores, su familia, el barco que pesca piedras de su padre con el que trabaja unas horas creando diques y espolones mientras que en otros momentos lleva de visita a los turistas. La isla de los pájaros y los recuerdos asociados a ella. Ese ambiente, ese paisaje físico y humano tan vívido queda suspendido en el tiempo en algún momento posterior a la segunda guerra mundial y anterior al presente. Al carecer de otras referencias casi cualquier lector puede sentirse identificado con su época particular al igual que la anterior característica del juego de edad real y edad mental del personaje principal permite que desde los jóvenes hasta los ancianos crean ser Christian.

Todo estos maravillosos recursos crean una atmósfera triste, melancólica y romántica, propicia para levantar la vista del texto y reflexionar uno mismo sobre sus propios actos, su juventud, su primer amor, el instituto, las vacaciones. Ese plus que añade Lenz con su maestría es muy poco habitual en las novedades literarias, por eso, cuando vean en su librería este librito no lo suelten, no se arrepentirán nunca de su lectura. Garantizado.

Pepe Rodríguez

RESEÑA OFICIAL DE LA EDITORIAL

Minuto de silencio, una bella reflexión sobre el amor imposible, por uno de los grandes escritores alemanes. Un relato contado con exquisita delicadeza, y un extraordinario éxito editorial, con más de 350.000 ejemplares vendidos en Alemania y traducido a más de 20 idiomas. Actualmente se está rodando la película basada en la novela cuyo estreno está previsto para el 2010.

Una novela ambientada en una pequeña ciudad costera al noreste de Alemania, donde gran parte de los habitantes se dedican a la navegación.
En el día más triste de la vida de Christian, el joven protagonista de esta historia evoca cómo él y su profesora de inglés se enamoraron el verano anterior. Durante una excursión en barco, una tormenta los obligó a permanecer en una isla; Christian dio entonces rienda suelta a sus sentimientos y Stella le correspondió. Pero esta relación de amor entre una mujer adulta y un joven de 18 años tuvo que hacer frente a múltiples desafíos. Ahora, mientras se celebra un magnífico acto conmemorativo por la profesora fallecida, Christian recuerda en silencio ese amor que cambió su vida para siempre.


Ficha del Libro


Título: Minuto de Silencio | Autor: Siegfrid Lenz | Editorial: Maeva | Páginas 120 | Precio 15€

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