Tendríamos que haber venido solos - Guillermo Roz

He tenido la oportunidad de prestar esta novela a varias personas para comprobar si la buena sensación que me ha producido era producto de mi empatía con el personaje principal de ella o simplemente por que estaba bien escrita y contaba con una trama atractiva y magnética. Parece que no soy un bicho raro, a todos aquellos que la han leído les ha gustado y mucho. Guillermo Roz, profundiza en la condición humana sometiendo a presión a un hombre normal y corriente al que oprime en una situación absurda cuya respuesta marcará su vida por completo. LEER MÁS

Norberto no ha tenido una infancia normal, siempre ha sido un niño mimado por su madre. A mi me han querido mucho, demasiado, pontifica de vez en cuando. Esa sobreprotección y su rebeldía contra la misma, unidas al mal carácter que tenía y sus indudables dotes artísticas le permitieron realizar algunas espantadas en su niñez que, quizás, aventuraban su caótica toma de decisiones de la noche de marras.

Argentina, primeros años de los setenta, Norberto y su novia embarazada visitan lo que será su próxima casa junto a su queridísima suegra. Un Fiat 600 (un seiscientos igual que el que tenía mi padre -nuevo gesto de empatía) recorrerá bajo un sol de justicia casi cien kilómetros hasta llegar a la perdida urbanización donde se erigirá el nuevo barrio con una macroestatua de Carlos Gardel. El trío es recibido por el ingeniero encargado de la obra quien amablemente les muestra su futuro hogar. Viernes por la tarde, todo el mundo ha dejado de trabajar y el ingeniero les permite deambular libremente mientras comienza su fin de semana. Una brutal tormenta dejará anegado el nuevo barrio y será el germen de la peor noche de sus vidas, fundamentalmente de Norberto.

Guillermo Roz, Nuevo Talento Fnac de Literatura por esta obra ha sabido mezclar con habilidad elementos sencillos pero efectivos para dotar a esta novela de ese algo más que el lector siempre agradece. Humor, humor negro a raudales, casi gore algunas veces. Suspense, casi un thriller, que digo casi, mucho más que un thriller. Idiotez, la consustancial de la vida, la cual obvía a menudo la literatura pero que Roz reparte democráticamente entre todos sus personajes. Justicia poética y un buen final redondean el conjunto. Impecable.

Esta nouvelle conjuga todas las máximas de la buena literatura destacando por su frescura, dinamismo, humanidad, y sus buenas dosis de crueldad, tanta como la vida misma.

Pepe Rodríguez

FICHA DEL LIBRO

Título: Tendríamos que haber venido solos | Autor: Guillermo Roz | Editorial: Alianza Editorial | Páginas: 208 | Precio : 9,90€ |

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