Nueva York - Henry James

Nueve relatos del gran Henry James (1843-1916), escritor neoyorquino, donde pasó la infancia y primera adolescencia, trasladándose a los doce años a Inglaterra con su familia, y terminando sus días en Londres. Los relatos están ambientados en la ciudad que pervivió en su memoria, la vieja Nueva York, un mundo que cuando James retornó de visita, había desaparecido por completo, siendo sustituido por algo tan distinto que el escritor nunca pudo asimilar. Neoyorquino en Inglaterra, británico en Nueva York, James vivió los problemas de ese puente cultural que le hizo siempre ser ajeno a ambos sitios, debiendo refugiarse, como por otra parte era su carácter, en su inmenso mundo interior. Más que la ciudad, es la sociedad que la habita, las relaciones en mundos cerrados familiares, las rígidas normas sociales que los gobiernan, las emociones contenidas y el constante conflicto entre el deber y el ser, entre la pasión y la razón, siempre moviéndose en el mundo de la aristocracia neoyorquina, que era su lugar, por otra parte. Un elegante, bello, y distinguido espacio que para serlo oculta el rígido entramado que lo sustenta. Y por otra parte, planea sobre una parte de los relatos el brutal contraste que los cambios sucedidos vertiginosamente en la ciudad de su infancia y descubiertos de golpe cuando retorna, treinta años después. Quizás esta nostalgia, esta lamentación por el mundo perdido, sea lo más dramático en estos últimos textos. LEER MÁS

En el primer relato, Historia de una obra maestra, Nueva York es solo el marco. No podemos evitar que nos venga a la memoria La obra maestra desconocida, de Balzac, aunque el relato no es tanto una reflexión sobre el arte pictórico sino una especie de geometría del amor, en palabras de Cheever. Un rico viudo, Mr. Lennox, va a casarse de nuevo y quiere que un pintor retrate a su futura esposa, Marian Everett. El retrato resulta ser tan perfecto que crea la sospecha de un conocimiento previo, más profundo de lo aparente: y se desata la caja de los truenos.

Un caso de lo más extraordinario presenta una curiosa historia de amor: un convaleciente de la guerra civil, Ferdinand Mason, es recogido por una acaudalada pariente, Mrs. Mason, que, para recuperarse, lo instala en su mansión junto al río Hudson. En la mansión convive con otra pariente de la dama benefactora, la bella pero fría Caroline Hoffmann, y recibe las visitas del Dr. Knight, que resulta ser un antiguo amigo. Aquí se origina otra «geometría amorosa», casi circular. Las relaciones creadas en ese espacio: las mujeres que rodean al enfermo, (cuya enfermedad tiene mucho de emocional) el médico/amigo que le cuida… conforman un mundo donde James inspecciona el alma humana y sus conflictos.

La coherencia de Crawford es el tercer relato. El protagonista de la historia va a casarse con la bella Elizabeth, que finalmente rompe el compromiso. Y tras ello, hace un matrimonio desafortunado, de modo tan evidente que parece un autocastigo. Pero Crawford es un hombre de palabra y cumple sus compromisos hasta el final. Final desastroso porque obviamente las cosas salen muy mal y como dicta la ley de Murphy, van a peor. Pero la dignidad de Crawford es lo único que se mantiene.

Un episodio internacional desarrolla una feroz sátira de las relaciones neoyorquino-londinenses. Originó tal polémica que hubo de escribirle a su madre: «Yo pensaba que había sido delicado, pero creo que de ahora en adelante me mantendré alejado de ese terreno pantanoso.» Las relaciones entre dos caballeros londinenses (primos), Lord Lambert y Mr. Beaumont, y dos damas neoyorquinas, (hermanas) Mrs. Westgate y Bessie Alden, los diálogos que mantienen entre ellos y entre ellas, crean otra geometría poliédrica complicadísima, en la que James nos desvela descarnadamente las interioridades de la alta sociedad…de ambos lados del Atlántico. Quizá un texto en exceso largo, llega a hacerse un poco reiterativo y lento. Lo mismo, dicho en menos palabras, probablemente hubiera tenido mejor efecto.

Washington Square, la pieza más importante del conjunto, es una magnífica novela corta o relato largo, en el que James recrea el mundo interior de una sociedad y a la vez el drama interior de una mujer traicionada por su padre (con la mejor intención) y por su amante (con la peor), mediatizados por una tía que tratando de ayudar, empeora las cosas. Terrible, dramática hasta niveles de ebullición, es una magnífica pieza que fue llevada al cine por William Wyler (1949) y maravillosamente interpretada por un jovencísimo y arrebatador Montgomery Cliff, en el papel de Townsend y una inmensa Olivia de Havilland, como la rica heredera Catherine Sloper. Los movimientos del Dr. Sloper con su apocada hija, las maquinaciones de la tía Lavinia y el trepador e intrigante Mr. Townsend, sirven a James para urdir una trama que en principio le sugirió un caso real del que tuvo conocimiento.

Impresiones de una prima es un relato complicado, que desarrolla una geometría amorosa realmente difícil. Un rizar el rizo, quizás excesivo, y a veces confuso. Está contado a modo de un diario que lleva la prima pintora. Eunice, una joven y acaudalada dama neoyorquina y su prima y acompañante, Catherine Condit, pintora algo madurita y sin demasiados recursos, se encuentran de vuelta en Nueva York después de unos años en Europa. Y aquí se inicia una suerte de juego amoroso muy sutil, mezclado con una cierta intriga financiera puesto que el patrimonio de Eunice está administrado por un tal Mr. Caliph, amigo de la familia, que a su vez tiene un medio hermano, el joven y tierno Adrian Frank, al que Caliph desea casar con Eunice. Complicado y de final abierto, en el James pone en boca de la prima agrios comentarios propios, así como una feroz crítica sobre los cambios acaecidos en Nueva York, para peor, según la prima … y el autor.

El alegre rincón, es un texto en el que James manifiesta claramente sus opiniones respecto al cambio producido en su Nueva York, y la parte personal, que generalmente suele esforzarse por mantener velada, sale a relucir manifiestamente. Pero a la vez se sumerge profundamente en las aguas oscuras e inquietantes de la psique humana, desarrollando la lucha de un hombre contra sí mismo, o con lo que podría haber sido. La casa de la infancia, revisitada treinta años después por el protagonista de la historia, Mr. Spencer Brydon, resulta un perturbador misterio; la atracción que ejercen las habitaciones vacías y las posibles presencias del pasado, las puestas cerradas y las ventanas abiertas en la noche, todo ello crea un clima onírico y casi demencial, aunque tenga el contrapunto de Miss Starveton, que es como el anclaje, la firme roca en la que el recuerdo del pasado se mantiene.

La vieja Cornelia, es un breve pero amable relato en el que el protagonista, White-Mason, un cuarentón a punto de pasar a la cincuentena (y por tanto a la vejez, en aquellos tiempos) se replantea una propuesta de matrimonio a una joven Mrs. Worthingham, nueva rica y venida de otra parte del país, desconocedora por completo de los usos de la rancia sociedad neoyorquina. Eso que a la vez atrae y desconcierta a Mr. White-Mason. El detonante es el feliz encuentro con una vieja dama (un año menor que él), Miss Cornelia Rasch. Esta dama, antigua conocida, representa para él todo un mundo en decadencia, el mundo que realmente él desea revivir.

Y por último, Una ronda de visitas es un texto desolador, en el que James vuelve a reflotar el viejo tema de la confrontación de lo viejo y lo nuevo, así como la traición de los que se han quedado y la desolación de los que vuelven. Mark Monteith regresa de Europa a una nevada y gélida Nueva York para resolver unos asuntos: ha sido estafado por un viejo amigo, y poco apoco se va dando cuenta de que no es el único.

En suma, un conjunto de textos muy representativo del estilo de James. Quizá sea este un autor a leer en dosis más leves como es el relato o la novela corta, que en textos demasiado largos que a veces resultan farragosos. Incluso así, James tiende a explayarse en digresiones que, si bien ayudan a crear un clima en el relato, también a veces alargan en exceso la trama. De todas formas, durante la lectura de estas narraciones, disfrutamos de una elegante y sutil prosa, de un grandísimo escritor y analista de la naturaleza humana.

Ariodante

FICHA DEL LIBRO


Título: Nueva York | Autor: Henry James | Traducido por Andres Barba | Editorial: Sexto Piso | Páginas: 695 | Precio : 28€ | Reseñado por: Ariodante |

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