Perverzión - Yuri Andrujovich

Yuri Andrujovich es uno de los geniales escritores ex-soviéticos, concretamente ucraniano, forjados al calor de la caída del muro y la perestroika cuyos textos difícilmente hubieran servido al PCUS salvo para que ardieran junto a su autor en la Lubianka, pero que con su peculiar estilo ha aprovechado el nicho que la ‘glasnost’ le dejó, para componer unas obras originales, simbólicas y frescas que gracias a Acantilado vamos recibiendo poco a poco. Perverzión se nos antoja la más brillante de las que hemos leído, una auténtica oda a la superficialidad de la cultura. LEER MÁS

Con la excusa de reconstruir los últimos días en Venecia de Perfetsky, poeta ucraniano, abanderado de la cultura postsoviética en su país, Andrujovich ofrece una composición múltiple desde diferentes voces y formatos. Una vez sabemos que los canales venecianos son aparentemente el lugar donde su cuerpo descansa tras lanzarse por la ventana de la habitación de su hotel, la narración alterna los propios comentarios de Perfetsky, los de sus ‘cuidadores’ al servicio del Monseñor, los relatos de aquellos que se cruzaron en su camino y las ponencias del seminario al cual asistía en la ciudad de las góndolas como conferenciante para darle solución a tan magno y culto enigma.

¿Qué ha pretendido Yuri Andrujovich con esta obra? Sencillamente tomarle el pulso a todo lo que se llama cultura, más concretamente literatura, banalizando y ridiculizando los arquétipos sobre los que esta se sustenta desde hace décadas. Así, escritores, ponentes, agentes, famosos, intelectuales e incluso espías aparecen despellejados con una elegancia sutil y una ironía mayúscula para mayor disfrute del lector quien siente la burla como un regocijo añadido al placer de su lectura.

Brillante obra en la cual realidad y sueño se funden para crear un puzzlecarnavalesco’ con abundantes figuras, escenas, personas y situaciones deliciosas, surrealistas y bañadas de todo tipo de ácidos que se arremolinan en un conjunto difícilmente superable.

Cabe avisar de que no es una obra para lectores esporádicos ni retraídos, mucho menos tradicionalistas, si usted no se siente así disfrutará como un niño con las desventuras de Perfetsky en la Perla del Adriático.

Andrujovich es autor a la vez de dos ensayos que han recibido el elogio internacional y en los que ofrece un recorrido geopolítico por diversas regiones de su país. El primero, Mi Europa (2001; Acantilado, 2005), volumen compuesto de un ensayo del escritor ucraniano (Revisión centroeuropea) y otro del polaco Andrzej Stasiuk, narra qué significa para ellos vivir en Centroeuropa, un territorio de frontera entre dos mundos: la Europa Occidental “del bienestar” y la Europa Oriental “autoritaria” simbolizada por Rusia. El segundo, El último territorio (2003; Acantilado, 2006), es un conjunto de catorce artículos “geopoéticos” sobre la realidad postsoviética de Ucrania (la catástrofe de Chernobyl, las huellas de la desaparecida Galitzia, la emigración hacia el oeste, la represión informativa, la mafia…) en los que se adivina cierta nostalgia del pasado austrohúngaro como la única referencia de europeísmo y estabilidad para su país.

Andrujovich (1960, Ucranía) ha recibido por sus obras literarias los siguientes premios nacionales e internacionales: el Herder (2001), el Premio de la Paz Erich Maria Remarque (2005), el Premio al Acercamiento Europeo (2006) y el Central European Literary Award «Angelus» (2006). Sus obras se han traducido en Polonia, Canadá, Estados Unidos, Alemania, Hungría, Austria, Rusia y Finlandia. En octubre de 2006, el escritor ucraniano presentó el acto de inauguración del festival de literatura Kosmopolis, que organiza el Centre de Cultura Contemporània de Barcelona (CCCB) de manera bienal, en su edición dedicada a la literatura rusa y eslava contemporánea.

Pepe Rodríguez

FICHA DEL LIBRO


Título: Perverzión | Autor: Yuri Andrujovich | Editorial: Acantilado | Páginas: 384 | Precio : 24€

Comentarios

Francisco Méndez S. ha dicho que…
Trataré de hacerme con este libro, parece que es recomendable

Gracias