Poniéndose ya el abrigo - T. Behrens

Hay quien sostiene que toda literatura es autobiográfica, y, pensándolo bien, no es difícil entender que, en efecto, no podría ser de otro modo. Otra cosa es la voluntad, más o menos deliberada, de la relación establecida entre el discurso y las circunstancias personales.
En el caso de este autor, un referente de primerísima magnitud como pintor –se le asocia a la afamada Escuela de Londres y es conocida su relación con Lucien Freud, de quien recibió clases- es manifiesta la voluntad de hacernos llegar, en sus libros, el relato de una circunstancia familiar y personal propias, sin ocultar la esencia de este mensaje. LEER MÁS


Lo que ocurre, a mayores, es que este discurso literario está formado sobre experiencias trágicas. En su elogiada obra ‘El monumento’ abordó en su día el suicidio de su hermano Justin, protagonista de una romántica y desbordada historia de amor, poco después del suicidio de su amada. Ahí el texto se convierte en un ejercicio de reflexión sobre lo efímero de la condición humana, sobre las pasiones, sobre el valor de la determinación personal.

Ahora, ediciones del Viento nos entrega esta narración donde la historia le concierne más de cerca en la medida en que narra los avatares de su vida errante –muy marcada por del alcoholismo-, afligida, transida por distintos lances de amor y distintas destinatarias. Se trata, entonces, de un relato muy vivo, en primera persona, muy intenso, donde la libertad y la pasión juegan papel protagonista, resultando al final una especie de relato de un estado de conciencia; se reflexiona en torno al ser y su posición vital. Ello, eso sí, bajo el marchamo de un lenguaje sobrio, literariamente cuidado, que hace de la lectura un viaje realmente emocionante.

Siempre alude a sí propio, en directo, y hay un momento en que establece una valoración literaria en su discurso que me interesa resaltar: “El verdadero problema es la escritura, una ocupación sedentaria. La mayoría de los escritores fruncen mucho el ceño y nunca se relajan. Incluso ahora, antes de ese momento de pánico, mi cerebro seguía barajando paquetes de palabras, cortándolas y repartiéndolas entre un público imaginario. O no tan imaginario. La escritura se cotiza. Es valiosa para la gente corriente; le permite implicarse en ella. La escritura provoca reacciones fuertes, verdadero placer o dolor. Los lectores tienen confianza, y, por lo tanto, discernimiento. No podrías engañarles aunque quisieras”.

Así pues, lector, implícate y discierne. Vale la pena.

Ricardo Martínez http://www.ricardomartinez-conde.es/

FICHA DEL LIBRO


Título: Poniéndose ya el abrigo | Autor: T. Behrens | Editorial:Ediciones del Viento | Páginas: 240 | Precio : 18€

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